Mencionamos casi siempre el versículo de Joel 2:25 Y os restituiré los años que comió la oruga, el saltón, el revoltón y la langosta, mi gran ejército que envié contra vosotros.
¿Porqué hacemos tanto énfasis en ello? Porque es a favor nuestro, recibimos beneficio, es correcto y está bien ¿pero que pasa cuando nos toca a restituir? Nos hacemos los súper espirituales y nos desentendemos de cualquier indicación Biblica, porque nos toca a reponer y a reconstruir.
Podemos pensar en las palabras de Zaqueo en Lucas 19:8 Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado.
La practica de la restitución también fue olvidada en medio de los cristianos, si pudiéramos imaginarnos y ver la sanidad y tremenda bendición al volver a vivir y a enseñar estos principios, seguro que lo haríamos de todo corazón, sabemos que nos duele y hay que pagar un precio pero también es ser luz en este mundo lleno de corrupción, que tremendo seria que todos aquellos que robaron restituyeran a quienes les fue quitado.
No podemos darnos el lujo de hablar mal de otros deshonrando y luego lo arreglamos todo con el famoso "i am sorry" como se aquí no pasara nada, Dios resiste a los soberbios y da gracia a los humildes, para una verdadera restauración debe estar presente en nuestro entendimiento la restitución.