No existe ningún testimonio más poderoso que el de Isaías respecto a la revelación de la santidad de Dios, y el impacto que puede tener en la vida de una persona. Isaías 6:1-8. Estas palabras del profeta retratan una experiencia con Dios que pocos de nosotros hemos conocido jamás. Es el ser tocado por el fuego de Dios, es el saber que as escapado de la muerte bajo la Gloria ardiente del Dios todo poderoso. Hay una profundidad en esta experiencia que necesitamos percibir en nuestro corazón hoy, y esto solo lo podremos conseguir caminando en obediencia y santidad cada día de nuestra vida.
Nosotros los hombres y mujeres, hijos de Dios debemos orar para que nuestro Padre Dios nos de espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de Él. Efesios 1:16-20. Dios está esperando a todo creyente que abra su corazón y le busque de verdad. Necesitamos ser llevados al corazón de Dios, necesitamos conocer el amor que hay en su corazón, y llegar a ser conscientes del celo divino, el celo con que Dios se ocupa apasionadamente de cada uno de nosotros, es un celo santo, recto, justo y lleno de amor, que son las mismas piedras angulares de su naturaleza. Necesitamos sentir el latido de su corazón, para que nuestro corazón lata al compás del suyo.
Necesitamos conocer la grandeza de Dios en toda su extensión, para que seamos liberados de nuestro propio corazón estrecho y mezquino.
Necesitamos comprender como Dios comprende, sentir nomo Dios siente, amar como Dios ama y sentir esa pasión que dios siente por las personas que se pierden.